México. Las “fiestas” organizadas por Jaime Avelino N., alias Hugo Martínez, incluían a niños, políticos y mujeres, todo identificado ahora como Club Pollo en Chiahuahua.
Operaba una red de trata de personas y de pornografía infantil, además mujeres adultas tuvieron relaciones sexuales con menores de edad.
“En este club se come pollo, pero a veces se antoja pescado”.
Así manifestaba Jaime Avelino en alusión a que la idea principal era violentar a menores, les llamaba pollos a sus víctimas y de ahí el nombre de Club Pollo. En ocasiones se tenía la participación de mujeres que se sumaban a los encuentros sexuales organizados por esta persona.
Una vez que «los pollos», se hacían parte del club y ayudaban a reclutar a más víctimas se convertían en “gallos”. Cuando en una de las fiestas se anunciaba que se comería “pescado”, se refería a las mujeres que acudían a tener relaciones sexuales con los menores.
Fiestas
Reunían a «los pollos» en diversos moteles de la ciudad, llegando a realizar encuentros con 30 menores que permanecían hasta dos días en la habitación del motel, y siempre buscaba que estos establecimientos tuvieran alberca para justificar la “fiesta”.
Las fiestas en las que participaban mujeres se realizaban en fechas especiales y para esto se tenía que reclutar a más menores. Mientras más pequeños, resultaba mejor para los participantes del encuentro.
Estas mujeres llegaban a pagar diversas cantidades para sostener relaciones sexuales con ellos, y en ocasiones, se obligaba a las otras víctimas a presenciar dichos encuentros.
Se organizaban encuentros privados con empresarios, en los cuales Jaime Avelino ofrecía a los “pollos” por medio de packs que enviaba a los clientes. Una vez que seleccionaban al menor, les enviaba un mensaje diciéndoles que si querían ganar un dinero extra, y les pasaba la dirección a la que tenían que acudir, o fijaban un punto de encuentro.
Testimonio
La primera ocasión en que “S” tuvo contacto con Jaime Avelino ocurrió cuando tenía alrededor de 14 años, y fue por medio de las redes sociales. Ahí comenzaron a intercambiar mensajes, y finalmente fijaron una fecha para el primer encuentro.
Mencionó que lo citó en el parque Lerdo, a donde pasó por él a bordo de un automóvil tipo Chevy de color azul, y que desde el momento en que subió al vehículo comenzó a acariciarle la pierna.
Relató que de ahí se fueron directamente a la habitación de un motel ubicado en la salida a Cuauhtémoc y en el que Jaime Avelino ya tenía todo preparado en una habitación.
En el cuarto del hotel había bebidas alcohólicas y drogas, y en ese momento accedió a sostener relaciones sexuales con el imputado, pero sintió temor y huyó del lugar, aunque luego fue alcanzado por Avelino, quien le pidió disculpas y ofreció llevarlo a su domicilio.
Con información de El Diario MX, Periódico Zócalo y El Diario de Chihuahua
VO